El PP exige al tripartito que adopte medidas para garantizar la seguridad de las instalaciones de la plaza de toros de Marbella

El  concejal del grupo municipal popular, Diego López ha pedido  hoy al equipo de gobierno que adopte las medidas necesarias para garantizar la seguridad de la plaza de toros de Marbella, que presenta una estado de deterioro y de abondono que está generando una situación de peligrosidad por posibilidad de desprendimientos. 

López ha explicado que la mala relación existente entra la concesionaria y el concejal de Fiestas ha ocasionado el abandono de este empresario tras décadas en la gestión del coso taurino, y el consiguiente abandono, tanto por parte del adjudicatorio como del propio ayuntamiento,  en el mantenimiento del edificio.

El edil ha asegurado que esta dejación de funciones por parte del tripartito constituye una grave irresponsabilidad: “El equipo de gobierno tiene que velar por garantizar la integridad física de los ciudadanos y tiene además la obligación de hacer cumplir el pliego de condiciones a la empresa concesionaria, y no está haciendo ni una cosa ni la otra”.

El concejal  ha instado a los responsables municipales que adopten las medidas necesarias de manera urgente y sin demora para garantizar la seguridad del coso y sus aledaños, porque el estado de la fachada y la cornisa de la plaza no admiten mucho tiempo de espera.

Ha precisado ademas que en los bajos del coso taurino se localiza el comedor escolar del colegio público Antonio Machado, y el Centro de Mayores de Plaza de Toros, ambas instalaciones realizadas por ejecutivo del PP, con lo que el tránsito en la zona es muy elevado y, por consiguiente,  los potenciales riesgos también.

López ha recordado que durante los ochos años de gobierno del PP, fueron muy numerosas las actuaciones que se desarrollaron para mantener este recinto en buenas condiciones, como el refuerzo de las cubiertas, las mejoras en la accesibilidad, o los trabajos de pintura y embellecimiento.

El concejal del PP ha señalado que gobernar una ciudad supone resolver los problemas que afectan a la ciudadanía y no “esperar y cruzarse de brazos” a ver si así desaparecen, porque eso, además de ser  una irresponsabilidad,  es una evidencia de incompetencia intolerable.

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